Encontramos un artículo en el cual se hablaba de la tendencia violenta como algo hereditario, es decir, genético. Nos pareció curioso, ya que los cuatro miembros del equipo estábamos seguros de que la violencia era cuestión del entorno y el carácter de cada uno.
A partir de esta curiosidad que nos surgió, buscamos información sobre este tema:
Hay personas que realmente parecen ser incapaces de controlarse frente a determinadas situaciones y ya desde
temprana edad cometen crímenes. Muchísimo hay para debatir en esta
problemática, pero un nuevo estudio parece arrojar algunas luces al comprobar
que la genética puede estar implicada y hasta determinar el nacimiento
de individuos con tendencia al crimen.
Los cientificos encontraron dos tipos de genes que estarían relacionados con los crímenes
violentos. Seguramente en más de una ocasión escuchaste el clásico discurso de
que "Ningún niño nace malvado", ¿no es así?
Preguntémonos, ¿la tendencia a la violencia podría ser
genética?
¿La violencia es genética?
No hay una disculpa que valga a la hora de cometer
crímenes horrendos, pero hay personas que tienen más problemas a la hora de
controlarse y evitar el hecho de meterse en problemas, tal como demostró el estudio científico del que hoy hablaremos.
Investigadores estudiaron la genética de 900 reos
finlandeses en prisión por crímenes, y los hallazgos son bastante
interesantes. Los reos fueron categorizados en grupos como no violentos, violentos y extremadamente violentos.
Entre los extremadamente
violentos, varios eran portadores de dos genes que los predispondrían a ese tipo de
comportamientos. Si bien no todos los que poseen esta particular combinación genética
son personas peligrosas, están en riesgo de desarrollar conductas criminales.
En el estudio se comprobó que entre el 5% y 10% de los prisioneros extremadamente violentos tenían la combinación
genética que buscaban los investigadores y gran parte de ellos había
cometido al menos un asesinato.
Los genes guerreros
Hace años se sabe de la que existencia del
llamado MAOA-L, un gen
relacionado con la violencia y las conductas criminales, pero el
hallazgo de otro, bajo el nombre CDH13, también tendría
efectos similares. Combinados, tendrían una influencia aún mayor en el
comportamiento de la persona.
Quienes son portadores del gen MAOA-L también conocido como el gen guerrero, tenían problemas
para controlar la cantidad de serotonina y dopamina en el cerebro, lo que
afectaba al centro de recompensas, aumentando las posibilidades de que los
sujetos tomarán riesgos y fueran más propensos a al consumo de drogas
como el alcohol y los estupefacientes. De hecho, se constató que la
mayoría de los crímenes violentos se realizan bajo la influencia de alguna de
estas sustancias.
Por su parte, el gen CDH13 predispone al déficit atencional, la hiperactividad y el abuso de sustancias adictivas. Tener uno de estos genes ya predispone a
la violencia, pero su combinación tiene un afecto todavía más fuerte en el
comportamiento.
En el caso del gen
guerrero, suele manifestarse casi exclusivamente en hombres, ya que está
ligado al cromosoma X. Las mujeres también pueden tenerlo, pero su efecto sobre
el comportamiento es muchísimo menor.
En conclusión, no es técnicamente correcto decir que la violencia es genética, pero en nuestra opinión, los genes influyen o intervienen de alguna forma en la tendencia agresiva de las personas. Esperamos que os sirva de ayuda ;)